¿QUÉ HACEMOS?:
El proyecto se convirtió en un modelo sin precedentes en el país al incluir un modelo de co-administración en el que intervienen actores como la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda, adscrita a la Comisión Nacional de Áreas Protegidas de la SEMARNAT, el Grupo Ecológico Sierra Gorda I.A.P., la organización Bosque Sustentable A.C., y la representación local del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Así mismo interviene una compleja red de dependencias gubernamentales, fundaciones y organismos financieros nacionales e internacionales, así como redes sociales, universidades e institutos de investigación, organizaciones no gubernamentales y sobre todo la numerosa población local.
Gracias al proyecto "Conservación de la Biodiversidad de la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda" apoyado por el Fondo Mundial del Medio Ambiente" (GEF) y administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, operado por la CONANP y ejecutado por el Grupo Ecológico Sierra Gorda I.A.P.; se han llevado a cabo acciones concretas y gran participación comunitaria la mayor parte de las acciones propuestas habiendo capitalizado a la región y sus comunidades.
La complejidad de conseguir la conservación y restauración de los recursos naturales, la biodiversidad que se cobija en bosques y selvas en terrenos privados, radica en la capacidad administrativa de proporcionar soluciones que brinden oportunidades a la población local que son propietarios de los recursos naturales para operar una conservación dinámica por las comunidades locales.
La Reserva de la Biosfera Sierra Gorda engloba una diversidad importante de procesos ecológico-ambientales y biológicos, que incluye un número importante de especies en alguna categoría de riesgo en la NOM-059-SEMARNAT-2001 y otras listas internacionales como CITES y lista Roja de IUCN, además de endemismos, y refugios para varias especies amenazadas. Por lo anterior es imperante considerar acciones que permitan su protección, y regulen las actividades humanas que frecuentemente amenazan su desaparición.
Las acciones para el cumplimento de las disposiciones reglamentarias incluyen atender denuncias y canalizarlas a la PROFEPA, llevar a cabo verificaciones, operativos especiales, reuniones informativas, actividades de sensibilización y prevención de ilícitos contra la Reserva; atender quejas y denuncias; concientización de la prevención de ilícitos ambientales como la captura y recolección ilegal de especies de flora y fauna, cacería furtiva, entre otros ilícitos, mediante la participación de la sociedad civil y organizaciones de productores. Divulgar las reglas administrativas y recomendaciones de mejores prácticas ambientales para llevar a cabo visitas ante las compañías de turismo nacionales y extranjeras y usuarios en general; y realizar reuniones preventivas en comunidades con mayor concurrencia en actividades ilícitas, para dar a conocer la normatividad a la que está sujeta la Reserva y sensibilizar a la población para disminuir la ocurrencia de delitos ambientales.
Prevención, control y combate de incendios y contingencias ambientales
La ocurrencia de incendios y contingencias ambientales en la Reserva de la Biosfera puede darse por fenómenos naturales extraordinarios o de origen antropogénicas, siendo este último, el factor de mayor incidencia.
El área serrana tiene una orografía predominantemente montañosa lo que dificulta el trabajo de combate y control, al mismo tiempo facilita la propagación de cualquier fenómeno ígneo forestal.
La Reserva pretende proteger las vidas humanas y las instalaciones mediante el establecimiento de acciones de prevención, organizando y capacitando a una red de voluntarios combatientes como un elemento de respuesta rápida local, que coadyuven con las brigadas institucionales dando una respuesta rápida en el sitio, dando pronta atención a los incendios en su etapa inicial. Esto mediante la difusión para la prevención de incendios por todos los medios de comunicación con campañas de difusión de las medidas preventivas de incendios forestales y otras contingencias ambientales; rápida atención a las denuncias contra quien inicie incendios; desalentar las quemas controladas durante la época de estiaje; sensibilizar a los usuarios y prestadores de servicios turísticos para que cumplan con los requisitos de seguridad entre otras.
Preservación de áreas núcleo, frágiles y sensibles
Dentro del polígono general de la Reserva, están definidas once zonas núcleos (24,803 has de superficie), que albergan a los diferentes ecosistemas presentes en el polígono y algunos de los sitios más conservados de la Sierra Gorda, donde los principales problemas que se presentan son las plagas forestales, los incendios y la ganadería extensiva a menor escala.
Adicionalmente se han identificado áreas que albergan especies emblemáticas con algún estatus en al NOM-059-SEMARNAT-2001 y otras listas internacionales como CITES y lista Roja de UICN; o bien son sitios que se encuentran en buen estado de conservación y representan un hábitat particular. Por tal motivo son de especial interés ya que estas áreas están sujetas a mayor presión que las zonas núcleo.
Por la importancia de estos sitios se han implementado diversas estrategias como el programa de compra y arrendamiento de tierras para la conservación; la inclusión de predios al pago de servicios ambientales de la CONAFOR y la incursión al mercado de servicios ecosistémicos, bajo un mecanismo voluntario.
El objetivo que se pretende es consolidar la protección de las zonas núcleo y otras áreas prioritarias para la conservación de la RBSG, y su zona de influencia, procurando ampliar las estrategias y acciones que se han puesto en marcha, evitando el cambio de uso de suelo, y disminuyendo las actividades pecuarias; así como la prevención, atención y manejo oportuno de plagas.
Las actividades realizadas incluyen la delimitación y protección de sitios prioritarios para la conservación de hábitat y especies frágiles y sensibles en la Reserva; programas de compra y arrendamiento de tierras para conservación; y vigilancia y presencia permanente en las áreas prioritarias para la conservación principalmente.
Protección contra especies invasoras y control de especies nocivas
Sin duda la presencia de especies invasoras y nocivas no están exentas de las Reservas, lo cual responde a que dentro de estas áreas se desarrollan actividades antropogénicas que generalmente van acompañadas con la modificación del ecosistema y la introducción voluntaria e involuntaria de nuevos elementos al sistema, y que debido a la plasticidad adaptativa de las especies introducidas, y su capacidad de dispersión constituyen una grave amenaza para la conservación de los ecosistema, los procesos ecológico-ambientales, y la biodiversidad que albergan.
Para el caso particular de la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda, la fauna feral identificada como de mayor problema, son los burros y perros, que han depredado continuamente tanto a la flora como la fauna local; incluso se han convertido en elemento de riesgo social en las carreteras federales que comunican a la Reserva, ya que el número de individuos, sobre todo de burros, han aumentado gradualmente sus poblaciones y se les encuentra en todo el trayecto de estas carreteras.
En el caso de los ecosistemas acuáticos en la Reserva se han identificado seis especies de peces introducidas en los diferentes cuerpos de agua, todas ellas utilizadas en acuacultura y/o pesca deportiva que accidentalmente o intencionalmente se han liberado, con la intención de tener un aprovechamiento de este recurso; siendo la tónica, el mal manejo y la baja productividad acuícola. Las especies identificadas con mayor riesgo, por considerarse como plagas potenciales son: la lobina negra(Micropterus salmoides), y las mojarras africanas(Oreochromis aureus, O. mossambicus y O. niloticus) todas ellas aclimatadas a la región y de difícil erradicación (Morales-Ortiz 2003).
Erradicar y prevenir la introducción de especies invasoras y nocivas a la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda por medio de la ejecución de programas de control, inspección, vigilancia y educación a los usuarios, con la finalidad de disminuir sus poblaciones y minimizar los impactos. Estos programas incluyen la realización de talleres de aplicación efectiva de metodologías para el control de plagas forestal y la importancia de controlar y evitar su dispersión; generar la cultura de detección y aviso de plagas forestales a las autoridades correspondientes y capacitación sobre el manejo de plagas forestales de acuerdo a su normatividad y aplicar las sanciones a la que pueden ser acreedores por no cumplir con los ordenamientos normativos en este tema.