El 24 de febrero de 2007 el Presidente Felipe Calderón Hinojosa presentó los “ Compromisos por la Conservación ”, una serie de estrategias destinadas a brindar mayor atención a las Áreas Naturales Protegidas y a las especies en riesgo.

Con el Programa de Conservación de Especies en Riesgo, se hacer partícipes y corresponsables a todos los sectores de la población en los esfuerzos de conservación de las diferentes especies de tortuga marina.

Conjuntamente, se espera elaborar los Programas de Acción para la Conservación de Especies (PACE), que contarán con recursos técnicos, humanos e infraestructura. En una primera fase se planea la preparación de cinco PACE´s de especies que por su importancia biológica y cultural representan en México recursos prioritarios para su conservación. Entre ellas está la tortuga laúd.

Tortuga laúd

Es la tortuga marina más grande que existe, llegando a medir hasta 2 m de largo total y cerca de una tonelada de peso. Los ejemplares de la población del Pacífico son de menor tamaño que los de la población del Atlántico.

Es la única tortuga que cuenta con una concha suave recubierta de piel. En la parte dorsal es de color negro con manchas blancas, y ventralmente es blanca con manchas negras. Tiene una mancha rosa en la parte superior de la cabeza.
Es la más pelágica de todas las tortugas marinas y es altamente migratoria, recorre grandes distancias desde sus áreas de anidación hasta las zonas de alimentación y refugio. Puede realizar grandes inmersiones, principalmente de noche, en busca de su alimento, basado principalmente en medusas. En estas inmersiones puede alcanzar hasta los 1000 m, aunque en promedio bucea a 300 m, pudiendo estar sumergida hasta 45 min. Sólo el cachalote y el elefante marino bucean más profundo y más tiempo que la laúd.

Tiene amplia distribución en el mundo, y en el Pacífico Oriental se le puede encontrar desde Alaska hasta Chile, con áreas de anidación en México y Centro América especialmente.

Las principales playas de anidación en México se encuentran en el Pacífico, básicamente en los estados de Michoacán, Guerrero y Oaxaca, con anidaciones menores en BCS, Sinaloa, Jalisco y Colima; se reportan anidaciones esporádicas en el Golfo de México y Caribe. La temporada de anidación en el Pacífico va de octubre a abril. Puede poner hasta 12 nidadas por temporada, con 60 huevos en promedio.

Cada desove se da cada 10 días aprox. Esta especie es trienal, es decir, regresa a las playas a desovar cada tres años en promedio. El periodo de incubación es de 60 días, pero varía dependiendo de la temperatura de incubación; por debajo de 28 grados Celsius puede incrementar el período de incubación hasta 5 días o más. Los meses de mejor eclosión son enero y febrero, alcanzando hasta el 75% en nidos incubados in situ. Una vez que las crías llegan a la superficie, reposan aproximadamente una hora, y una vez activa, se dirigen al mar. Muy poco se sabe de éstas y otras especies de tortugas marinas durante esta etapa de su vida hasta que alcanzan la madurez sexual y regresan a las playas de anidación, llamándola “los años perdidos de las tortugas”. Para la laúd se calcula que estos años duran hasta 15 años según la mejor información científica disponible actualmente. Esta información es de suma relevancia por las implicaciones que en el manejo de las poblaciones tiene.

Esta especie está considerada en Peligro Crítico por la UICN; la población del Pacífico oriental se consideró la más importante del mundo a principios de la década de los 80's, mermando el número de hembras anidadoras en un 90% aprox. en menos de una década. En los 80's se contaban cientos de hembras anidando en una playa durante una temporada; actualmente se pueden contar apenas decenas de hembras en varias playas.