La Reserva fue planteada desde un inicio como un modelo experimental a través del cual se pretendía generar alternativas para mejorar la calidad de vida de la población local, sobre la base del ordenamiento territorial y del aprovechamiento racional de los recursos naturales (INE, 2000).

En este contexto, el desarrollo comunitario en la RBSM se pone en práctica con diversos proyectos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), que brindan apoyos a los habitantes y al desarrollo, tanto forestal como agrícola.

Por ejemplo:

El Programa de Conservación para el Desarrollo Sostenible (PROCODES) promueve el desarrollo sostenible ya que comprende las dimensiones ambiental, económica y social de las comunidades. Involucrando a la gente, se conserva la naturaleza y se le da un uso y manejo adecuado a los recursos; de esta manera se llevan a cabo Proyectos Productivos como cercos vivos, plantaciones agroforestales, barreras de piedra, ecoturismo y huertos comunitarios. También se trabaja con un proyecto para la conservacvión de la milpilla, Zea diploperennis, especie endémica de la sierra de Manantlán, cuyo descubrimiento motivó el interés por crear la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán.

El Programa de empleo temporal (PET) tiene como objetivo principal apoyar temporalmente al ingreso económico de la población, en situaciones de baja demanda laboral y emergencias, con una participación organizada y corresponsable en proyectos de beneficio comunitario. En este programa se emplea a más de 230 personas en 8 ejidos dentro de la Sierra de Manantlán con proyectos y acciones basados en el manejo, conservación y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, siendo el manejo del fuego el tema principal.