Aspectos
Históricos y
Culturales

La ocupación humana en El Pinacate y Gran Desierto de Altar se remonta a 40 mil años atrás aproximadamente (Hayden, 1976, 1998). En este lugar, la ocupación y el abandono de la tierra, y por consiguiente el aprovechamiento de los recursos naturales, ha estado vinculado a periodos de sequía.

Los Primeros
Habitantes

Los primeros habitantes pertenecían a lo que se conoce como el Complejo San Dieguito y las primeras fases de este complejo se denominan Malpais. Éstos eran cazadores-recolectores que vivían de la tierra trasladándose desde la montaña hasta la playa en busca de comida. Las primeras etapas de ocupación de los Malpais parecen haber terminado al principio del seco periodo glacial alrededor de 20 mil años atrás, cuando la sequía forzó a la población a abandonar la sierra (Hayden, 1998).

Una segunda etapa de ocupación por el pueblo San Dieguito comenzó al final del seco periodo glacial. Este grupo regresó a la sierra y vivieron como sus ancestros. Esta etapa de ocupación es conocida como la Fase San Dieguito I. Con seguridad, las tinajas deben haber sido una fuente segura de agua durante este tiempo que terminó con la llegada de otro periodo antitérmico seco y caliente, hace aproximadamente 9 mil años y que otra vez forzó a los indios a abandonar la tierra.

Colonizadores

Cuando llegaron los europeos, la tierra y los recursos disponibles para éstos grupos se volvieron limitados. En 1698, el Padre Kino encontró alrededor de 50-200 Pinacateños viviendo en el área de El Pinacate y Gran Desierto de Altar quienes sobrevivían de raíces y pescado. Para 1850 la población fue exterminada por la fiebre amarilla y los pocos sobrevivientes emigraron hacia el Río Gila. El último residente Hia C’ed O’odham que vivió en El Pinacate fue Juan Carvajales quien abandonó el área en 1912. Después de Juan Carvajales, los O’odham visitaron el área sólo para realizar ceremonias sagradas o como ruta de paso en su viaje al Golfo de California para colectar sal y conchas marinas.

Exploradores

Existen pocos registros de quienes fueron los primeros exploradores en ésta área. Puede ser que el primer hombre blanco que vio la montaña ahora conocida como Sierra Pinacate fuese el explorador Melchor Díaz en 1540. Posteriormente, en 1698 el padre Eusebio Kino y su grupo escalaron hasta la cima de El Pinacate, al cual nombró cerro Santa Clara. Él y su grupo realizaron varios viajes a la cima, en 1701 y en 1706 cuando determinó que Baja California no era una isla sino una península.

Antes de 1956, pocos científicos y exploradores habían trabajado en El Pinacate y Gran Desierto de Altar. Entre ellos, el grupo de MacDougal, Hornaday y Sykes exploraron la parte occidental de la sierra en 1907.

O’odham

Aquellos que colonizaron El Pinacate y Gran Desierto de Altar son conocidos como los Areneños Pinacateños, gente de arena o del desierto o Hia C’ed O’odham. Al igual que el antiguo pueblo San Dieguito, los Pinacateños recorrieron la sierra llegando hasta el mar buscando comida y concentrando sus campamentos cerca de las tinajas.

Los descendientes de los Hohokam, los actuales Tohono O’odham (Gente del Desierto) conocidos como Pápagos, es el grupo indígena que habitó la región de El Pinacate. Este grupo realizaba largos viajes cruzando El Pinacate para llegar al Golfo de California en busca de alimento. Durante estos viajes, dejaron rastro de su presencia. Prueba de esto son la red de senderos que van de tinaja en tinaja, así como las herramientas de piedra y restos de cerámica encontrada alrededor de estas fuentes de agua.

Otros elementos que se han encontrado son figuras antropomorfas, zoomorfas y geométricas hechas con hileras de roca colocadas sobre el terreno (geoglifos). También se encuentran este tipo de figuras talladas sobre las rocas (petroglifos) o hechas raspando el material oscuro superficial o morusa para que contraste con el subsuelo más claro (intaglios). Debido a que la erosión no ha dañado estos vestigios culturales, es posible encontrarlos tal como fueron depositados. Este testimonio está preservado en El Pinacate mejor que en ningún otro lugar donde habitaron estos grupos.

Los Tohono O’odham están emparentados con los Hia C’ed O’odham (Gente de arena) y los Akimel O’odham (Gente del Río) también conocidos como Pima. Estos tres grupos habitaban en las regiones desérticas del norte de Sonora y Arizona. Sin embargo, los Akimel vivieron principalmente a lo largo del Río Gila en Arizona, mientras que los Tohono y Hia C’ed O’odham sí ocuparon la región de El Pinacate. Aunque estos grupos quedaron separados al crearse la frontera entre Estados Unidos y México, aún comparten un mismo origen, una misma lengua y sobre todo un mismo Dios, I’toi, cuya morada es el Pico Pinacate.

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